miércoles, 21 de noviembre de 2012

¿ES MI HIJO HIPERACTIVO?


En los últimos tiempos se escucha hablar de hiperactividad en los menores o de niños hiperactivos con relativa frecuencia. El bombardeo de información al respecto, en opinión de la psicóloga infantil, Catalina Bríñez, del Centro Médico USP Fuengirola, puede desorientar a los padres y confundirlos, haciéndoles pensar que su hijo o hija puede sufrir TDAH (Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad) cuando no es así y simplemente nos encontramos con un niño inquieto. Con objeto de aclarar estas dudas Centro Médico USP Fuengirola puso en marcha recientemente el Taller Divulgativo “¿Es mi hijo hiperactivo?”

El TDAH corresponde a un desorden específico del desarrollo que se observa tanto en niños como en adultos. Comprende déficits en la inhibición de la conducta, en la atención sostenida, en la resistencia a la distracción, y en la regulación del nivel de actividad. Bríñez fija entre los 3 y los 6 años el momento en el desarrollo del niño en el que manifiesta los primeros síntomas del TDAH. A veces puede retrasarse en su aparición aunque no más de los 13 años de edad.

De entre los síntomas que pueden alertarnos de que nos encontramos ante un niño hiperactivo, Bríñez destaca los siguientes:

1. Dificultad en el control de impulsos o en la capacidad para posponer la gratificación: Les cuesta detenerse y pensar antes de actuar así como esperar su turno en los juegos: Interrumpen y responden rápidamente, les cuesta mantener la atención en una sola tarea, prefieren tener una recompensa inmediata y no esperar un poco más por una mayor gratificación.

2. Exceso de actividad irrelevante respecto a la tarea que desempeña o a la demanda de la situación: Continuo y excesivo movimiento en actividades que no se requiere para terminar la tarea: mover los pies y/o las piernas, mecerse, golpear suavemente alguna cosa, en los niños más pequeños se puede observar que corren o saltan cuando deben por ejemplo realizar un dibujo.

3. Pobre atención sostenida. Se observa principalmente ante tareas que les pueden parecer aburridas o tediosas, entonces cambian de una actividad a otra sin terminarla o abandonan la tarea si se les interrumpe inesperadamente.
Junto a estos tres síntomas principales relacionados con el TDAH. Nuestra experta en Psicología Infantil apunta también estas otras señales de alarma:


a) Dificultad para recordar el hacer cosas o memoria de trabajo: Las personas con TDAH pueden ser descritas como olvidadizas o que no realizan previsiones.

b) Desarrollo retrasado del lenguaje interno (la voz de la mente): El lenguaje con nosotros mismos nos permite la reflexión y la autorregulación.

c) Dificultades con la regulación de emociones, motivación y excitación: Aunque las emociones que experimentan son apropiadas, parecen ser menos capaces de “internalizar” sus sentimientos, de mantenerlos para si mismos, y cuando lo hacen, de moderarlos como otros lo harían. Por ello, parecen ser más reactivos con sus sentimientos, impetuosos, irritables y se pueden frustrar con facilidad. Esta dificultad de motivación intrínseca los hace parecer frecuentemente sin falta de voluntad o autodisciplina.

d) Disminución en la habilidad para solucionar problemas, la flexibilidad, y la consecución de metas a largo plazo: perciben los obstáculos más grandes y difíciles de superar y por ello abandonan la meta con facilidad. Pueden parecer menos flexibles para cambiar de estrategia o para desarrollar una tarea; desisten rápidamente al no ver el resultado.

e) Mayor variabilidad de lo normal en la ejecución de tareas: Pueden presentar grandes oscilaciones en la calidad, cantidad y rapidez con la que ejecutan una actividad. Un día pueden realizarla con rapidez y calidad y al otro todo lo contrario.

Por lo que respecta a las causas que pueden provocar un TDAH, tras investigaciones empíricas, se puede afirmar, según explica Catalina Bríñez, que el TDAH tiene un componente biológico de base.

“Se ha comprobado que hay varios genes comprometidos en la transmisión del TDAH, en especial los que están involucrados con los receptores de la Dopamina. El promedio estimado en el que el TDAH se hereda es de aproximadamente un 80%.”, sostiene nuestra experta.

En aquellos casos en los que la herencia no parece ser un factor, se han detectado las siguientes posibles causas que pueden contribuir al desarrollo futuro del trastorno:

- Dificultades diversas durante el embarazo

- La exposición prenatal al alcohol o al humo del tabaco

- Niveles excesivamente altos de plomo en el cuerpo

- Daño postnatal en las regiones prefrontales del cerebro

También es importante mencionar que el ambiente es un factor que puede desencadenar o exacerbar comportamientos relacionados con el TDAH, o ayudar a modularlos.

Otros factores como la cultura, el estilo de crianza y el modelo pedagógico de la institución educativa donde se encuentren los niños, puede influir en ver los comportamientos de inquietud o hiperactividad con mayor o menor gravedad.

Por lo que respecta al tratamiento, Catalina Bríñez explica que no se ha encontrado todavía ningún tratamiento que “cure” este desorden. “Sin embargo, existen tratamientos que ayudan a controlar los síntomas con un alto grado de efectividad. Lo que mejor resultado genera es una intervención multicomponente que incluye el uso de medicamentos y la intervención psicológica que incluye varias técnicas de modificación de conducta, entrenamientos a los padres en pautas de crianza y estrategias psicopedagógicas en el aula escolar”, continua nuestra experta.

Por último, Bríñez insiste en que es muy importante valorar el área emocional de los niños y adolescentes que presenten el TDAH, ya que en muchos casos se presenta confluencia con otros trastornos como depresión o ansiedad cuyos síntomas en la infancia y la adolescencia se pueden confundir con TDAH. Por ello la evaluación y realización de un adecuado diagnóstico diferencial es clave para obtener buenos resultados en el tratamiento.

Vía Dr.JRuiz

 

domingo, 11 de noviembre de 2012

AUMENTAN LOS TRASTORNOS SPICOSOCIALES EN NIÑOS Y ADOLESCENTES


Los pediatras han observado que está aumentando el número de niños y adolescentes aquejados por patologías psicosociales, como el ‘síndrome del emperador’, que se caracteriza porque el hijo adopta el rol de maltratador de sus padres, y cuya gran incidencia es un motivo de preocupación para los especialistas, que lo han incluido entre los temas tratados durante la VII Reunión Anual de la Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria (AEPap), que se ha celebrado en Guadalajara.

Los profesionales de la pediatría advierten que existen distintas causas para que se desarrollen este tipo de trastornos, como la predisposición genética, y la influencia de factores ambientales y del entorno familiar, y señalan que la falta de autoridad y afectividad de los padres, la sobreprotección de los niños y la dejación de las funciones familiares son algunos de los problemas que inciden para que esta clase de violencia doméstica se haya multiplicado por seis en España en la última década, con alrededor de 6.500 denuncias en 2010.

La incidencia del ‘síndrome del emperador’, que se caracteriza porque el hijo adopta el rol de maltratador de sus padres, se ha multiplicado por seis en España en la última década

La presidenta de la Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria de Castilla La Mancha (APapCLM), la doctora María Victoria García García-Calvo, opina que en los últimos años se han producido cambios sustanciales en la manera de asumir las responsabilidades en el ámbito familiar, y que a muchos padres les resulta difícil encontrar un equilibrio entre la afectividad y la autoridad hacia sus hijos. A este respecto, los especialistas aconsejan que es indispensable establecer normas y límites desde que los niños son pequeños para una buena convivencia en el hogar, y que esto no está reñido en absoluto con el afecto.

Las normas, además, se deben explicar al niño en cuanto este pueda comprenderlas, y hay que felicitarle cuando haga las cosas bien y se comporte correctamente. Y es que, según los expertos, una mayor implicación de los padres en la educación de sus hijos, puede evitar la aparición de patologías psicosociales a medida que van creciendo. Por esto, los pediatras aconsejan a los padres que enseñen a los niños a pensar antes de actuar, les den responsabilidades, y les digan ‘no’ siempre que sea necesario.

Fuente: Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria (AEPap)

 

viernes, 26 de octubre de 2012

LA DEPRESÍÓN Y ANSIEDAD AFECTAN CADA VEZ MÁS A NIÑOS Y ADOLESCENTES


Los trastornos de ansiedad y depresión se han incrementado en niños y adolescentes, llegando a afectar a entre el 10 y el 20% de la población infantil. Por este motivo, los especialistas insisten en la importancia de un diagnóstico precoz que permita instaurar cuanto antes el tratamiento más eficaz, con el fin de mejorar la calidad de vida de los jóvenes pacientes y, sobre todo, para evitar que estas patologías puedan volverse crónicas y continuar durante la edad adulta.
Según explica el Dr. Jesús García Pérez, pediatra miembro de la Sociedad Española de Pediatría Extrahospitalaria y de Atención Primaria (SEPEAP), los síntomas que presenta el niño que sufre alguno de estos trastornos varían significativamente dependiendo de su propio carácter, su desarrollo cognoscitivo y emocional, la influencia de su entorno y, por supuesto, su herencia genética. Sin embargo, es frecuente que manifieste síntomas físicos como dolores de cabeza o abdominales, sensación de ahogo, palpitaciones, náuseas o vómitos, temblores; y también síntomas psicológicos como angustia, preocupación injustificada, miedo, problemas para mantener la atención o falta de concentración, apatía, inquietud, alteraciones emocionales como hipersensibilidad o irritabilidad excesiva…
Existen una serie de factores de riesgo que pueden propiciar que los niños sufran trastornos de ansiedad, como la separación o divorcio de sus padres, o un mal ambiente familiar con frecuentes discusiones en presencia del niño y falta de respeto entre los progenitores, enfermedades o adicciones (alcohol, drogas) de los padres, y mala situación económica de la familia, entre otros. Aunque a cada niño le afectarán de forma diferente dependiendo de su carácter y su capacidad de adaptación.
Los trastornos de ansiedad más frecuentes en niños y adolescentes son: el trastorno de ansiedad por separación, en el que el paciente muestra una angustia exagerada por el hecho de separarse de sus padres; el trastorno de ansiedad generalizada, que se caracteriza por una preocupación injustificada y prolongada en el tiempo sobre las actividades cotidianas y las relaciones sociales; y las fobias, que son temores excesivos ante determinadas situaciones, que condicionan al afectado impidiéndole llevar una vida normal (miedo a la oscuridad, a los monstruos, al colegio, a las enfermedades, a no ser aceptado socialmente, a hacer el ridículo…).
Depresión en la infancia
Son frecuentes síntomas como dolores de cabeza o abdominales, sensación de ahogo, palpitaciones, náuseas o vómitos, temblores, angustia, preocupación injustificada, miedo, falta de concentración…
Los niños pueden sufrir depresión desde muy pequeños, y al tratarse de una enfermedad que tiende a volverse crónica, es fundamental que el pediatra sea capaz de identificarla y diagnosticarla cuanto antes, para minimizar el impacto que puede tener en el desarrollo del niño, y mejorar el pronóstico a largo plazo.
En los más pequeños es especialmente difícil diagnosticar este trastorno psiquiátrico y el especialista necesita contar con la colaboración de los padres, sobre todo si el niño no tiene todavía la capacidad de expresar verbalmente sus emociones y sentimientos.
Los síntomas varían mucho de un niño a otro, y dependen además de la edad que tenga, y del desarrollo emocional y cognoscitivo que haya alcanzado. En edad preescolar, pueden aparecer signos como: falta de interés, tristeza, irritabilidad, crisis de llanto, alteraciones del sueño y falta de apetito. En la edad escolar, los padres deben estar alerta si el niño presenta llanto injustificado, hiperactividad o lentitud motora, tristeza, pesimismo, baja autoestima, problemas de concentración, dolor de cabeza frecuente, disminución del rendimiento escolar, ansiedad, sentimientos de culpa…
 

domingo, 21 de octubre de 2012

LOS ESTADIOS DEL DESARROLLO DE LOS NIÑOS


Para Piaget el desarrollo de la inteligencia es un proceso en el que el niño progresa desde unos cuantos esquemas simples (reflejos) que le permiten las primeras adaptaciones simples hacia esquemas de conocimiento formales que le permiten interactuar con la realidad y razonar de forma abstracta para adaptarse completamente a ella.
 

Cuando el niño nace, dispone solamente de unos cuantos reflejos simples (como el reflejo de succión o palmar) producto de la herencia genética. Pero estos reflejos no son pasivos, sino que muestran desde el comienzo una auténtica actividad,  primero a través del propio ejercicio de los reflejos (el bebé practica el reflejo de succión y mediante el proceso de asimilación lo generaliza a otros objetos). Posteriormente, partiendo siempre de las acciones del niño, se van integrando los reflejos en esquemas más generales, en esquemas de acción (reflejo palmar se integra en el esquema de prensión) y se coordinan diferentes esquemas que permiten coordinar las acciones del bebé sobre los objetos.

En esta primera etapa, las acciones del sujeto sobre los objetos son manipulaciones directas, basadas en las sensaciones corporales en las que todavía no intervienen ni el lenguaje ni la representación. Sin embargo a partir de los 2 años, la acción del niño sobre los objetos se modifica de forma sustancial gracias, en un principio, a la aparición de la función simbólica que le capacita para representarse objetos y acontecimientos.

La función simbólica permite, entre otras cosas, la adquisición del lenguaje. A través del lenguaje los niños ya pueden reconstruir sus acciones pasadas como un relato y anticipar acciones futuras mediante la representación mental. El lenguaje también posibilita la interacción social, el pensamiento (a través de la interiorización de la palabra) y, fundamentalmente, la interiorización de la acción (la reconstrucción en el plano del pensamiento de las acciones y de los resultados de las mismas). Por ejemplo, los niños son capaces de representarse en el plano del pensamiento que cuando un objeto se oculta, no desaparece, sin necesidad de comprobar directamente que sigue en el mismo sitio.

Sin embargo, el incipiente pensamiento para el que capacita la función simbólica está basado en casos individuales. Así el niño de 2-3 años no puede distinguir entre “el” gato particular y “los” gatos. Sin embargo, aunque los preconceptos no tienen todavía suficiente grado de generalidad, son ya representaciones mentales: están ligados a un símbolo y no a la acción con los objetos. Por ejemplo, el niño puede señalar un dibujo de un gato o pronunciar la palabra “gato”, para referirse a un concepto mental (un animal) y no sólo al gato (real) que está viendo. Desde los 4 hasta los 7 años, aproximadamente, el pensamiento preconceptual evoluciona hacia el razonamiento intuitivo que permitirá ir construyendo leyes físicas intuitivas de cómo son los objetos del mundo y de sus relaciones. Sin embargo, este tipo de razonamiento está centrado todavía en los rasgos perceptivos más salientes de los objetos y sólo puede tener en cuenta una única dimensión de los objetos.

Por ejemplo, a partir del juego con una bola de plastilina, una niña de 5 años puede descubrir que a medida que se alarga el trozo de plastilina, se hace también más estrecho, y a la inversa, pero todavía no es capaz de darse cuenta de que la cantidad de plastilina permanece constante pese a las deformaciones perceptivas que se puedan producir.

A partir de experiencias como ésta, puede llegar a tomar conciencia de que longitud y grosor no son dimensiones independientes  de los objetos sino que varían de forma coordinada (a medida que se alarga la bola se hace más estrecha, y viceversa) y deducirá que la cantidad de plastilina permanece constante aunque cambie su forma. Pero para tomar conciencia de ello, todavía necesita tener la plastilina presente para poder manipularla.

No será hasta los 6-7 años cuando esta niña pueda realizar mentalmente estas transformaciones y tome conciencia de las coordinaciones entre longitud y grosor que se producen como resultado de las mismas. A estas “acciones mentales”, es decir, a la capacidad de realizar transformaciones sobre los objetos de forma “virtual”, a las acciones interiorizadas, es a lo que Piaget denomina operaciones mentales. Desde los 6-7 años hasta los 11 aproximadamente, Piaget habla de operaciones concretas porque todavía están ligadas a contenidos concretos.

A partir de los 11-12 años, se produce una transformación del pensamiento que permite a los adolescentes razonar de modo hipotético-deductivo, es decir, de forma abstracta, sobre situaciones o enunciados verbales que no tienen una conexión directa con la realidad. Para Piaget, durante este período se alcanza la plenitud del pensamiento.

Los estadios por los que los niños pasan siempre siguen un orden secuencia y fijo, igual para todos los individuos, y por tanto, de carácter universal. Sin embargo, pueden existir ligeras variaciones en cuanto a la edad en que los estadios se manifiestan.

viernes, 19 de octubre de 2012

ACTIVIDADES EXTRAESCOLARES




La mayoría de los padres quieren que sus hijos completen su formación participando en actividades extraescolares. Este tipo de actividades también cumplen la función de alargar la jornada escolar de los niños, para que sus padres puedan cumplir con sus obligaciones laborales u otro tipo de compromisos, mientras ellos se divierten practicando un deporte, o aprovechan para ampliar conocimientos en materias distintas a las que se imparten en la escuela.



Los expertos coinciden en que estas actividades son beneficiosas para los niños porque favorecen su desarrollo personal y las relaciones sociales con sus amigos o compañeros de clase, en un ambiente diferente. El desarrollo de actividades extraescolares está relacionado con un mejor nivel de educación y rendimiento académico, y una mayor madurez personal y social. Además, organizar y supervisar parte del tiempo de ocio de los menores puede evitar actitudes o comportamientos inadecuados.

Sin embargo, es muy importante contar con la opinión del menor a la hora de seleccionar el tipo de actividades que va a desarrollar, porque el niño puede verlas como una imposición y terminar aborreciéndolas. Aunque el padre hubiese querido ser una estrella de fútbol, es posible que su hijo se incline más por el baloncesto o por el ballet clásico, por lo que no debe considerar que lo mejor es darle la oportunidad (que no tuvo él) de llegar a ser un gran campeón, incluyéndole en el equipo de fútbol infantil del colegio o del barrio. Por el contrario, lo mejor es hablar con el niño y proponerle distintas actividades, tanto deportivas como culturales y de ocio, para que él señale las que más le interesan.

Puede ocurrir que comience alguna de ellas y descubra posteriormente que no le agrada o no se le da bien (sobre todo en el caso de los deportes). En ese caso, tampoco pasa nada por cambiar a otra, hasta dar con la que más se adapte a sus gustos y posibilidades. Es aconsejable combinar actividades deportivas y de ocio, con alguna de tipo académico que aporte un valor añadido para el futuro del estudiante, como los idiomas y la informática.

jueves, 4 de octubre de 2012

WEB 2.0

La llegada de los ordenadores a las aulas ha sido recibida con  esepticismo por una parte del profesorado, que piensa que la fiebre tecnológica va a convertir a los alumnos en analfabetos con dominio del teclado.

Todavía quedan resistencias en los claustros, peron nadie puede negar la realidad: el 93% de los alumnos de 15 años de países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) asiste a una escuela en la que tiene acceso a un ordenador y prácticamente el mismo porcentaje (92.6%) dispone de acceso a Internet.

La XXVI Semana Monográfica de la Educación de Fundación Santillana analizó a fondo la semana pasada como están dirigiendo los centros esta transformación del paradigma que les empuja a la escuela 2.0. "Es inevitable añadir tecnologías a las clases, porque así funciona el mundo que nos rodea. De hecho, la única manera de que la velocidad del cambio no nos arrastre es saber manejar las herramientas digitales".

En efecto, se está dotando de muchos medios a colegios e institutos, pero no todos les sacan el mismo rendimiento. "Los alumnos están muchas veces más formados que sus maestros". "El sistema educativo está demasiado falto de recursos como para que la alfabetización digital funcione. La falta de personal no permite tener coordinadores TIC (Tecnologías de la Información y la Comunicación) la mayoría del material llega tarde, es antiguo y no funciona".

Los educadores reclaman soluciones más eficientes.

miércoles, 29 de agosto de 2012

MODELO DE CAMBIO INDIVIDUAL: LA TEORÍA DE ERIKSON


Aunque la teoría de Erik Erikson (1902-1994) hace referencia al CICLO VITAL completo de la persona, ha sido su formulación de la etapa adolescente la que más ha calado en los textos sobre psicología evolutiva. Erikson, de formación psicoanalítica, se aparta del psicoanálisis clásico para otorgar un papel primordial a la sociedad en el desarrollo del individuo. En su teoría, el YO debe evolucionar a lo largo del ciclo vital asegurando un comportamiento eficaz de la persona, siendo en todo momento la sociedad quien guía las elecciones que va efectuando el individuo. La sociedad provoca crisis en la persona, y paralelamente, establece medios para superar esa crisis. Cada superación supondrá mayor apertura a la sociedad. Erikson propone el desarrollo de la persona en ocho etapas secuenciadas. Cada etapa supone el afrontamiento de una crisis. En el caso de que la crisis sea resuelta, el YO saldrá fortalecido e incorporará una nueva cualidad. Cuando la crisis no es superada, irán quedando restos neuróticos en la personalidad del individuo y se dificultará la superación de las nuevas crisis, de forma que será más dificultoso incorporar nuevas cualidades al YO de la persona. Por tanto, en cada etapa se establecen dos opuestos: la cualidad a alcanzar y su contraria.




ETAPA


 








 

CUALIDAD DESARROLLADA

Confianza frente a desconfianza básica.
(0-1 año)

Confianza en los otros.

Autonomía frente a vergüenza y duda.
(2-3 años)

Voluntad. Libertad dentro de los límites impuestos por la sociedad.

Iniciativa frente a culpa.
(3-6 años)

Propósito. Permite perseguir objetivos significativos.

Diligencia frente a inferioridad.
(6/7-12 años)

Competencia. Capacidad para utilizar las herramientas culturales.

Identidad frente a confusión de roles. (adolescencia)

Fidelidad, lealtad.

Intimidad frente a aislamiento.
(adulto joven)

Capacidad de amar.

Generatividad frente a estancamiento.
(adulto medio)

Productividad, cuidado.

Integridad del YO frente a desesperanza. (adulto viejo)

Sabiduría

 

lunes, 27 de agosto de 2012

¿QUÉ SABEMOS SOBRE EL CEREBRO ADOLESCENTE?


Los estudios sobre funcionamiento y cambio cerebral en la adolescencia son muy escasos y recientes. La utilización de técnicas modernas, gracias a las cuales se pueden obtener imágenes del cerebro en funcionamiento, han permitido estudiar los cambios estructurales que se producen durante la adolescencia. A continuación resumimos los resultados más importantes que se han hallado en las últimas décadas siguiendo a Blakemore y Frith (2005). Una de las principales diferencias que se observan, en comparación con el cerebro infantil, es un aumento de mielina en el córtex frontal. Esto significa que la velocidad de transmisión de las neuronas en esta parte del cerebro es mayor después de la pubertad. Por otra parte, la observación también ha revelado una importante disminución de la densidad de las sinapsis en el lóbulo frontal. Parece que durante la adolescencia se realiza una “poda”, eliminándose todas aquellas conexiones neuronales que se han ido acumulando pero que no se utilizan. Estas “podas” se realizan mucho antes en otras áreas cerebrales, pero en el lóbulo frontal no tienen lugar hasta la adolescencia.  En realidad los dos fenómenos se dan de forma complementaria: entre los 7 y los 12 años se produce una importante proliferación de conexiones neuronales en el lóbulo frontal y después comienza a disminuir la densidad neuronal. A la vez que disminuye la densidad empieza a aumentar la mielinización. Dado que el córtex frontal se relaciona con el control ejecutivo –es decir, la atención, la toma de decisiones, la solución de problemas, etc-, se podría esperar que los cambios que se observan en el cerebro se reflejaran en una mejora en la actuación de los adolescentes en este tipo de tareas. Aunque algunos estudios han hallado evidencias a favor de esta relación, no todos los resultados son unánimes y se necesita más investigación para aclarar esta cuestión.
 
 

Independientemente de esta relación, los estudios sí muestran que durante la adolescencia- e incluso después- se producen reorganizaciones masivas en ciertas áreas cerebrales. Estas reorganizaciones repercuten en un mayor control y una planificación más eficaz de las tareas complejas. Este dato pone de manifiesto que durante este período – y probablemente durante todo el ciclo vital -, el cerebro sigue siendo adaptable, moldeable y, por tanto, “educable”. Así pues, las antiguas teorías que defendían la ineficacia de la educación después de la infancia, parecen perder vigencia ante los datos más recientes sobre desarrollo cerebral.

domingo, 26 de agosto de 2012

LAS RELACIONES CON LOS IGUALES


A partir de los 6-7 años se produce un gran aumento en las interacciones sociales que mantienen los niños, no sólo en cantidad sino también en calidad. En cantidad, porque el entorno escolar proporciona muchas oportunidades de interacción con otros adultos y con los demás niños. En calidad, porque empiezan a relacionarse de forma más intensa, consistente y prolongada con sus iguales y aparecen nuevos contextos de interacción; el hogar cede importancia a favor de la escuela y aparecen nuevas formas de interacción a través de los medios tecnológicos. El teléfono, Internet o la televisión se convierten en medios y entornos que están asociados a distintos tipos de interacción entre iguales y que sustituyen a la diada padres-hijos. 

DE LA RELACIÓN CON LOS PADRES A LA RELACIÓN CON LOS IGUALES

Durante los primeros años de vida del niño, la familia constituye el  escenario fundamental de relación en el que la figura de referencia por excelencia son los padres y cuidadores, especialmente la madre. De los 6 a los 12 años, sin embargo, empieza a cobrar importancia la interacción en otros contextos como la escuela, internet u otros espacios que favorecen la actividad lúdica y con otras figuras sociales: los iguales.

Cuando se han comparado las interacciones ente iguales durante esta etapa en relación con el período preescolar, se ha constatado que durante esta etapa disminuyen considerablemente las agresiones físicas, pero aumentan las agresiones verbales y aumenta el juego de reglas.  Al principio, los niños consideran que en el juego las reglas son inmutables  y que todos deben cumplirlas, pero hacia los 8 años, pueden ellos mismos establecer las propias reglas del juego, aunque se espera que todos los que participan en él las cumplan. Asimismo, también se ha observado que a estas edades aumenta el juego violento, especialmente entre los chicos; e igualmente es muy frecuente el cotilleo. Esta práctica de interacción se ha considerado una manifestación de lo que es una preocupación fundamental de los niños a estas edades: la aceptación social. En este sentido, el cotilleo puede servir para reafirmar el sentimiento de pertenencia al grupo y revela el conjunto de actitudes, creencias y comportamientos que son importantes para la inclusión o exclusión de los niños en los grupos.

Los compañeros y los amigos a través de la amistad se convierten en el principal marco de referencia y de apoyo emocional. Diversos estudios han encontrado una correlación entre las relaciones establecidas con los iguales en la infancia y el ajuste psicológico posterior. Cuando las relaciones sociales son positivas, se augura un mejor ajuste futuro porque afianzan la sensación de pertenencia al grupo y potencian las actitudes y las creencias positivas, como por ejemplo, la conducta prosocial y de ayuda. También facilitan el aprendizaje en contextos de colaboración. Sin embargo, no siempre las interacciones sociales tienen consecuencias positivas. Entre las consecuencias negativas de la relación con los iguales destaca el entrenamiento desviado, la co-rumiación, el acoso (bullying) y la victimización. El entrenamiento desviado tiene lugar cuando los chicos y chicas se refuerzan entre sí comportamientos agresivos y conducta antisocial. La co-rumiación de pensamientos y sentimientos negativos se ha observado en la comunicación entre amigas íntimas, especialmente en la adolescencia temprana. El acoso consiste en agresiones verbales y físicas que se realizan de forma reiterada y consistente hacia determinados miembros del grupo. La victimización está asociada a la agresividad y al rechazo social. El niño agresivo es victimizado porque su conducta resulta irritante para los demás. Por su parte, el niño rechazado puede ser victimizado por el grupo porque es incapaz de tomar represalias cuando es provocado.

En general, con respecto a las relaciones de amistad, se observa que tanto chicos como chicas se sienten atraídos y eligen como mejores amigos a chicos y chicas que son similares a ellos en edad, sexo y con tendencias comportamentales semejantes. Sin embargo, en sus relaciones de amistad, chicos y chicas muestran patrones de comportamiento cualitativamente diferentes.  Las relaciones de amistad de las chicas están marcadas por una mayor intimidad, autoconfianza, validación y protección o cuidado, aunque, paradójicamente, sus relaciones de amistad son más inestables que las de los chicos. Por el contrario, las amistades de los chicos están más centradas en las actividades físicas que en la intimidad y normalmente no requieren el intercambio de información personal. Sin embargo, cuando el “mejor amigo” de un chico es una chica, el grado de intimidad es mayor.
 
 

 

viernes, 24 de agosto de 2012

EUCACIÓN IMPULSA EL PLAN PLURILINGÜE CON CURSOS DE INGLÉS PARA MILES DE DOCENTES


La inminente implantación del modelo de enseñanza plurilingüe obliga a miles de profesores a dominar el inglés para poder impartir algunas materias en este idioma. La Conselleria de Educación, con la idea de facilitar este aprendizaje, pondrá en marcha el próximo ejercicio, varios cursos en todas las Escuelas Oficiales de Idiomas dirigidos a 3.000 profesores de la Comunidad Valenciana.

 
El dominio del inglés se impone en la enseñanza y acabará siendo fundamental para poder prosperar. La conselleria informó ayer en un comunicado de que el personal docente que imparta áreas, materias o módulos no lingüísticos en inglés y tenga que ser sustituido, lo reemplace otro que también cumpla el requisito del conocimiento de esta lengua extranjera. La conselleria está convencida de que completarán las 3.000 plazas pues se espera que la demanda pueda ser, incluso, superior a la oferta.
 

La prioridad para acceder a estos cursos de formación que garanticen una utilización del inglés en la docencia con garantías será para aquellos profesores de Educación Infantil, el primer segmento de la enseñanza en el que se aplicará, ya en el curso 2012-2013, este modelo plurilingüe.

 
Las instrucciones para la organización y funcionamiento de las escuelas oficiales de idiomas de la Comunidad salieron publicadas en el DOCV ( Diario Oficial de la Comunitat). El fin de estas medidas implantadas por Educación es impulsar y dar carácter preferente a los cursos de formación y actualización del profesorado.
 
 

 

NIVELES

A2. Comprende frases y expresiones de uso frecuente y sabe comunicarse en tareas simples. 

B1. Comprende los puntos principales de textos claros, sabe desenvolverse, puede producir textos sencillos y describir algo. 

B2. Entiende las ideas principales de textos complejos, puede relacionarse con nativos y producir textos claros y detallados. 

C1. Comprende una amplia variedad de textos y reconoce sentidos implícitos, y sabe expresarse de forma fluida y espontánea. 

C2. Comprender con facilidad todo lo que oye o lee, y se expresa con un grado de precisión que diferencia pequeños matices.

 

“El nivel que exigirá la Conselleria para impartir las clases en inglés será el B2”
 

miércoles, 8 de agosto de 2012

DESARROLLO AFECTIVO, EMOCIONAL Y SOCIAL


La supervivencia del bebé depende de las atenciones y cuidados de sus progenitores. Los bebés corresponden prontamente a las emociones de los adultos y exhiben otras tantas expresiones reconocibles por éstos. Esta afinidad emocional, unida a otros dispositivos tempranos y a la propia sensibilidad de los cuidadores, permite que entre ambos se establezca un vínculo afectivo conocido como APEGO.




La función esencial de dicho vínculo es procurar la supervivencia y cuidados del bebé. Cuando el vínculo está bien establecido se manifiesta en conductas orientadas a mantener la cercanía y el contacto con las figuras de apego, en especial, en aquellas situaciones que son percibidas como amenazantes.



TIPOS DE APEGO

Se considera que un niño tiene un APEGO SEGURO cuando disfruta de los juguetes en presencia de su madre, pero detiene su exploración cuando ella abandona la sala. Es fácil observar que estos niños se alegran de la proximidad de la madre y que recuperan la tranquilidad y la exploración cuando ella regresa.



Entre los APEGOS INSEGUROS se suelen distinguir dos tipos:

-          El APEGO EVASIVO O EVITANTE supone el patrón inverso al apego seguro. A estos niños no parece causarles ansiedad la salida de la madre y tampoco tienden a saludarla cuando regresa. Por tanto, su reacción no es muy distinta a la que muestran ante el extraño y los únicos signos externos de ansiedad surgen cuando se les deja solos.

-          En el APEGO RESISTENTE los niños exhiben un alto nivel de ansiedad incluso en compañía de la madre. Su abandono de la sala es contestado con gritos y protestas, y cuando ella vuelve se muestran muy enfadados.


El APEGO DESORGANIZADO O DESORIENTADO ha costado más de dos décadas de acumulación de datos para describirlo. En este caso, los niños que se incluyen aquí tienen una conducta difícil de describir. Su comportamiento es inestable y contradictorio y no parece responder a ninguna organización lógica. Este patrón atípico es más frecuente en niños que han sufrido alguna experiencia de maltrato. Se cree que el temor y la falta de coherencia que expresan estos niños responden a las reacciones imprevisibles y atemorizantes del adulto.



De todos los vínculos de apego, parece innegable que el tipo seguro es el que expresa con mayor claridad un equilibrio óptimo entre la exploración del entorno y la búsqueda de seguridad. A su vez, es el vínculo que mejor refleja la confianza del niño en el adulto y el que presenta mayores probabilidades de asociarse con una adecuada competencia social en el futuro.





martes, 7 de agosto de 2012

COMO AYUDAR A MI HIJO EN SUS ESTUDIOS

Los niños y jóvenes muestran una gran agilidad mental, pero para mejorar su rendimiento académico los padres y los profesores se enfrentan a importantes retos. Por ejemplo, para cambiar hábitos, lograr la concentración en clase o delante de un libro o a la hora de hacer los deberes. Cada niño es un mundo a la hora de lograr una motivación positiva hacia el estudio.




QUÉ HACER ( O CÓMO AYUDAR)

-Dirigirle y aconsejarle en la planificación y organización del tiempo de estudio.
-Revisar tanto el trabajo realizado como la asimilación del mismo. Nunca haga el trabajo por él.
-Orientar en vez de imponer. Sea paciente; debe esperar a que progresivamente su hijo vaya tomando sus propias decisiones.
-Valorar más el esfuerzo de su hijo que sus resultados (calificaciones, notas...).
-Cuidar las condiciones en las que estudia (el sitio adecuado, horas de sueño,la alimentación...


LO QUE NO HACER

-No compararle con otros hijos o amigos.
-No criticarle como persona, sólo corregir sus errores.
-No inculcarle una visión negativa de la vida. Esfuércese en ser positivo con su hijo.
-No proyectar sobre nuestros hijos nuestras propias frustaciones, temores o ansiedades.
-No hacerle culpable de los problemas o tensiones familiares.






 Recuerde que lo mejor es ganarse como aliados a sus profesores y llegar a la mayor coordinación posible entre padres, profesores y alumno.

domingo, 29 de julio de 2012

IMPORTANCIA DE LAS TÉCNICAS DE ESTUDIO


Si hacemos una búsqueda en internet o en cualquier biblioteca, podremos encontrar abundante información sobre técnicas de estudio y estrategias de aprendizaje. El cometido de este blog es explicarte esos métodos de forma práctica y sencilla. Pero, ¿a quién va dirigido todo esto?

En resumen, cualquier persona que esté llevando a cabo algún tipo de formación, sea joven o adulto, puede beneficiarse de las técnicas de estudio. En esta entrada, nos vamos a centrar en por qué son importantes las técnicas de estudio para los más jóvenes.

Hemos observado que, en muchos casos, los niños se enfrentan a sus primeros exámenes sin haber recibido unas pautas mínimas para el estudio. Los profesores se centran principalmente en impartir su materia y, muy a menudo, se relegan a un segundo plano aptitudes tan básicas como saber elaborar un buen resumen o mapa conceptual, planificar el tiempo, etc.




En pocas palabras, podemos decir que no se “enseña a aprender“.

Es fundamental que el niño disponga de una buena base y de los recursos necesarios antes de sentarse delante de un libro. El fracaso escolar viene dado en la mayoría de las ocasiones por la falta de interés, el miedo al fracaso u otros factores similares. Cada persona es distinta, pero los motivos son bastante comunes. Las estrategias de aprendizaje sirven para ayudarnos, como tutores o como padres, a facilitar que el niño pueda salvar esos obstáculos, tratando cada caso de forma individual.

Las técnicas de estudio se están convirtiendo en uno de los conceptos más importantes en el mundo estudiantil. Después de ver todo el fracaso escolar que se está cosechando en los centros educativos, a los estudiantes les queda la opción de mejorar el rendimiento con normas, trucos, técnicas o recetas de estudio que puedan mejorar claramente los resultados. Las técnicas de estudio son un conjunto de herramientas, fundamentalmente lógicas, que ayudan a mejorar el rendimiento y facilitan el proceso de memorización y estudio. Ante todo es fundamental la mentalización de “tener que estudiar”. Si partimos de la base de que no queremos estudiar el resto sobra. Pero es evidente que ante la situación social la preparación concienzuda para el futuro laboral es algo clave. La organización a la hora de comenzar un año escolar es fundamental. El estudio diario, es casi obligatorio. No consiste en estar delante de los libros dos o tres horas todos los días. Consiste en ver nuestras propias necesidades, analizar en que campos o temas tenemos más problemas, cuales son las prioridades inmediatas (exámenes, y trabajos, presentaciones, etc.), y a partir de ahí confeccionarnos un horario de “trabajo” diario.


El principal problema que afecta a los estudiantes es la falta de método de estudio y de planificación:

-Falta de método de estudio:
A veces el estudiante pasa muchas horas delante de los libros pero tiene la sensación de que son horas que le cunden muy poco.

·         Carecen de un sistema eficaz de trabajo: apuntes incompletos, difíciles de entender; no tienen una visión global de la asignatura; tratan de memorizar repitiendo, sin asimilar; no hacen los deberes en su momento, etc

·         No saben como estudiar una asignatura, no conocen las distintas fases del estudio (lectura inicial, comprensión, subrayado, elaboración de fichas-resumen, memorización, repasos sucesivos, repaso final).

·         Son desorganizados, no tienen fijadas unas horas de estudio determinadas sino que cada día van cambiando. Tampoco tienen un lugar fijo de estudio donde puedan tener todo su material organizado; no cuidan que el entorno sea suficientemente tranquilo.

·         Pierden mucho el tiempo, la mayoría de las veces inconscientemente: se levantan frecuentemente, leen y vuelven a leer pero sin profundizar, estudian con los amigos pero sin aprovechar el tiempo, etc.

-Falta de planificación:

·         No saben organizar el tiempo disponible, lo que se traduce, cuando se acercan los exámenes, en la sensación de que les ha “pillado el toro”.

 Comenzó el curso, pensaban que quedaba mucho tiempo hasta los exámenes pero el curso ha ido pasando rápidamente y cuando quieren reaccionar es ya demasiado tarde, no hay tiempo de preparar bien las asignaturas.

·         A veces son estudiantes que llevan medianamente bien las asignaturas, pero que no saben planificar las semanas de los exámenes, ver con que tiempo cuentan entre examen y examen para repasar. Se les termina amontonando el trabajo, no disponen del tiempo suficiente para los repasos necesarios y terminan suspendiendo asignaturas que conocían pero a las que les ha faltado una última revisión.


-No llevan la asignatura al día: 

·         Son alumnos que van estudiando, pero siempre por detrás del ritmo de la clase, con varias lecciones desfasadas. Esto les dificulta seguir las explicaciones del profesor, desaprovechando esta primera y fundamental toma de contacto con la materia.
Como tampoco han resuelto los deberes del día, sino que van varias lecciones por detrás, las correcciones en clase apenas les aporta algo.
 

-Falta de ambición:
Muchos estudiantes se contentan con aprobar las asignaturas y pasar al siguiente curso, no se plantean lograr notas brillantes, lo que se traduce muchas veces en la ley del mínimo esfuerzo (hacer lo necesario para aprobar y nada más).
Esto les deja sin margen de seguridad. Si un estudiante se prepara pasa a obtener como mínimo un 8, si el examen le sale mal es muy probable que obtenga al menos un 5 o un 6, con lo que habrá aprobado. Si por el contrario se prepara para obtener tan sólo un 5, si le va mal el examen es probable que termine con un 3 o un 4, suspendiéndolo
.

En definitiva, si el niño aprende desde el inicio a planificar y organizar correctamente su estudio, a la larga lo tomará como algo natural y no como un castigo. Si conseguimos esto, habremos dado con la clave del éxito.