miércoles, 15 de mayo de 2013

EL METODO MONTESSORI

Algunas comparaciones del Método Montessori con el Tradicional
Editado por "American Montessori Society" y Traducido por la Dra. Marina Grau
Los niños Montessori son usualmente adaptables. Han aprendido a trabajar independientemente o en grupos. Debido a que desde una corta edad se les ha motivado a tomar decisiones estos niños pueden resolver problemas, escoger alternativas apropiadas y manejar bien su tiempo. Ellos han sido incentivados a intercambiar ideas y a discutir sus trabajos libremente con otros. Sus buenas destrezas comunicativas suavizan el camino en ambientes nuevos.
Investigaciones han mostrado que las mejores predicciones del éxito futuro es cuando se tiene un sentido positivo de la autoestima. El programa Montessori basado en la propia dirección, actividades no competitivas, ayuda al niño al desarrollo de la propia imagen y a la confianza para enfrentar retos y cambios con optimismo.
 
Montessori
Tradicional
Enfasis en: estructuras cognoscitivas y desarrollo social.
Enfasis en: conocimiento memorizado y desarrollo social.
La maestra desempeña un papel sin obstáculos en la actividad del salón. El alumno es un participante activo en el proceso enseñanza aprendizaje.
La maestra desempeña un papel dominante y activo en la actividad del salón. El alumno es un participante pasivo en el proceso enseñanza aprendizaje.
El ambiente y el método Montessori alientan la autodisciplina interna.
La maestra actúa con una fuerza principal de la disciplina externa.
La enseñanza individualizada y en grupo se adapta a cada estilo de aprendizaje según el alumno.
La enseñanza en grupo es de acuerdo al estilo de enseñanza para adultos.
Grupos con distintas edades.
Grupos de la misma edad.
Los niños son motivados a enseñar, colaborar y ayudarse mutuamente.
La enseñanza la hace la maestra y la colaboración no se le motiva.
El niño escoge su propio trabajo de acuerdo a su interés y habilidad.
La estructura curricular para el niño esta hecha con poco enfoque hacia el interés del niño.
El niño formula sus propios conceptos del material autodidacta.
El niño es guiado hacia los conceptos por la maestra.
El niño trabaja por el tiempo que quiera en los proyectos o materiales escogidos.
Al niño se le da un tiempo especifico, limitando su trabajo.
El niño marca su propio paso o velocidad para aprender y hacer de él la información adquirida.
El paso de la instrucción es usualmente fijado por la norma del grupo o por la profesora.
El niño descubre sus propios errores a través de la retroalimentación del material.
Si el trabajo es corregido, los errores son usualmente señalados por la profesora.
El aprendizaje es reforzado internamente a través de la repetición de una actividad e internamente el niño recibe el sentimiento del éxito.
El aprendizaje es reforzado externamente por el aprendizaje de memoria, repetición y recompensa o el desaliento.
Material multi sensorial para la exploración física.
Pocos materiales para el desarrollo sensorial y la concreta manipulación.
Programa organizado para aprendizaje del cuidado propio y del ambiente (limpiar zapatos, fregar, etc.).
Menos énfasis sobre las instrucciones del cuidado propio y el mantenimiento del aula.
El niño puede trabajar donde se sienta confortable, donde se mueva libremente y hable de secreto sin molestar a los compañeros. El trabajo en grupos es voluntario.
Al niño usualmente se le asignan sus propias sillas estimulando el que se sienten quietos y oigan, durante las sesiones en grupos.
Organizar el programa para los padres, entender la filosofía Montessori y participar en el proceso de aprendizaje.
Los padres voluntarios se envuelven solamente para recaudar dinero o fondos . No participan los padres en el entendimiento del proceso de aprendizaje.


martes, 14 de mayo de 2013

LEER CON LOS NIÑOS


Cuando los niños leen bien, aumenta increíblemente su aprendizaje durante sus vidas y surge un potencial bastante grande en el futuro de su desarrollo. Pero cuando sucede lo contrario y los niños leen muy pobremente, se les cierran las puertas, lo mismo que las posibilidades, la escuela y el aprendizaje se vuelven más bien una carga o algo peor. Como resultado, los niños que no saben leer bien, cuando sean adultos, van a sufrir. La investigación demuestra que existen condiciones bajo las cuales a los niños les llega a gustar la lectura, y dichas condiciones se deben aprovechar desde muy temprano. 

La Dra. Rebecca Novick, investigadora de los Laboratorios Educativos Regionales del Noroeste, y dedicada a la investigación de la educación infantil, juntó toda clase de investigaciones sobre lectura durante el tiempo de los años preescolares y de primaria. Ha puesto las cosas que encontró en un libro llamado Aprendiendo a Leer y a Escribir -- Un lugar para Comenzar.
Existe mucha evidencia, dice Novick, para demostrar que las familias que le dan importancia a la lectura, escritura, y a la forma de hablar, ofreciendo amplias y calurosas oportunidades para la lectura de libros de cuentos, tienden a crear hijos que desde muy temprano son niños competentes en la lectura. Es fácil ver por qué es esencial que las familias y los demás encargados del cuidado de los niños, se esmeren en crear un ambiente donde se goce de las lecturas y donde se compartan los libros. 

Y, aconseja Novick, nunca es demasiado temprano para empezar a leerles a los niños. Por ejemplo: los dibujos brillantes y de mucho colorido fascinan aún a los mismos infantes que apenas están aprendiendo a enfocar sus ojos. Y aún antes de que sus ojos puedan enfocarse, el sonido de la voz de quien está leyendo atrae la atención del bebé.
A la edad de cuatro o seis meses, los infantes pueden enfocar su vista en los dibujos, y se empieza a desarrollar la coordinación de sus ojos con las manos. Este es un buen tiempo para introducirlos a los libros señalándoles las cosas. Al final del primer año, muchos infantes pueden señalar esas mismas cosas ellos mismos. Este es un paso muy importante en el aprendizaje del lenguaje. 

Los libros cortos y familiares tienen mucho atractivo para los niños. El ritmo y la repetición de los poemas para infantes, por ejemplo, hacen que los niños sientan como si las palabras y los sonidos fueran sus amigos. Conforme leen una y otra vez sus libros favoritos, se desarrolla otro paso importante, el de juntar el sonido de la palabra con la palabra escrita. Los ritmos y los sonidos que los niños gozan cuando son infantes llevan consigo un valor mayor de alegría: les ayuda a construir su sensibilidad hacia los fonemas, un conocimiento crítico en el aprendizaje de la lectura. 

Los niños antes de ir a la escuela necesitan de cercanía y cariño. El calor, el compartir personal de uno mismo con un libro y con su niño fomenta en los niños el amor a la lectura. Es buena idea dejar que los niños lleven la pauta en la lectura, dejándolos que escojan los libros y los lugares donde quieran leer. Hay que ser muy generosos en el tiempo que se les dé a los niños para que vean bien los dibujos; así es cómo van aprendiendo pistas del cuento que van leyendo.
El ambiente de familiaridad que se va desarrollando en los niños cuando se comparten cuentos con adultos que se preocupan por ellos es el mejor regalo que las familias y quienes cuidan de los niños, pueden ofrecerles a los niños, ayudándolos a emprender un excitante viaje en la carrera de su aprendizaje.