miércoles, 2 de octubre de 2013

LA AUTOESTIMA INFANTIL, LA BASE DE LA FELICIDAD





El desarrollo integral de un niño implica que los padres, como adultos, no sólo atiendan sus necesidades materiales, sino también, las emocionales: amor, cariño, atención y afecto. A veces estas cosas se olvidan y la autoestima del niño puede resentirse.

La autoestima es una necesidad emocional para cualquier ser humano. Sin embargo, existe una gran diferencia entre la infancia y la etapa adulta: una persona mayor es consciente de sí misma y de su identidad, por tanto, su bienestar depende, principalmente, de sí misma y de su actitud. Sin embargo, un niño está en pleno proceso de crecimiento y de formación de su personalidad, su bienestar depende no sólo de sí mismo, sino también del entorno familiar y académico.

De hecho, ambos ámbitos están en clara conexión, por ello, es muy positivo que exista una comunicación constante entre los profesores del colegio y los padres. Las tutorías tienen como objetivo intercambiar impresiones para analizar no sólo la evolución académica del niño, sino también su actitud y su comportamiento. En muchos casos, cuando un niño baja su rendimiento académico, tiene esta respuesta en base a un problema en el hogar: un proceso de divorcio, carencias afectivas o también, falta de integración con los compañeros de clase. Ambos, padres y profesores, deben tenerlo en cuenta para actuar en consecuencia y ayudar al niño a encontrar soluciones.

Las principales causas de una baja autoestima en el niño son: falta de amigos, complejos físicos, familias desestructuradas, falta de integración en clase, soledad… Descubre cómo ayudarle a recuperarla.